CYMAT

Definición de Trabajo Decente que nos brinda la OIT (Organización Internacional del Trabajo); “El trabajo decente resume las aspiraciones de la gente durante su vida laboral. Significa contar con oportunidades de un trabajo que sea productivo y que produzca un ingreso digno, seguridad en el lugar de trabajo y protección social para las familias, mejores perspectivas de desarrollo personal e integración a la sociedad, libertad para que la gente exprese sus opiniones, organización y participación en las decisiones que afectan sus vidas, e igualdad de oportunidad y trato para todas las mujeres y hombres”.

Según la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.), salud se define como “estado completo de bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad o de invalidez”.
El Programa Internacional para el mejoramiento de las condiciones y Medio Ambiente de Trabajo (PIACT) establece entre sus principios básicos los siguientes:
  • El mejoramiento de las condiciones y medio ambiente de trabajo constituye el elemento esencial en la promoción de la justicia social.
  • En la prosecución de este objetivo es fundamental tener en cuenta que:
    • el trabajo debería realizarse en un ambiente seguro y salubre;
    • las condiciones de trabajo deberían ser compatibles con el bienestar y la dignidad humana de los trabajadores;
    • el trabajo debería ofrecer al trabajador posibilidades reales de desarrollar su personalidad y de servir a la sociedad.
Por tal motivo nos interesa llegar a comprender ésta problemática acerca de condiciones y medio ambiente de trabajo de este sector en el cual basaremos nuestra investigación.

ERGONOMIA

Son varias las definiciones y alcances que se atribuyen a esta disciplina, tantas como escuelas ergonómicas existen. Se considera que el término –cuya etimología sería: ergon = trabajo + nomos =ley, normas – fue adoptado por primera vez en Gran Bretaña en el año 1949 cuando un grupo de ingenieros, psicólogos y fisiólogos fundó la “Ergonomics Research Society” con el objetivo de “adaptar el trabajo al hombre”.

Este objetivo, que sin embargo es el común denominador de todos los enfoques que se realicen bajo la denominación de “ergonomía”, adopta dimensiones más o menos amplias a la hora de considerar cuáles factores presentes en la actividad laboral deben ser tenidos en cuenta en el estudio de las condiciones necesarias para que el trabajo se considere “adaptado al hombre” es decir, le asegure condiciones saludables.

A partir de la 2ª Guerra Mundial se desarrolló un movimiento llamado “human engineering” que se ocupó de integrar en el diseño de herramientas, máquinas y dispositivos técnicos, los conocimientos desarrollados por la fisiología y la biomecánica: se comienza a hablar de la “adaptación de la máquina al hombre”, definiendo la ergonomía como la “interfase hombremáquina”. Esta corriente prevalece en los estados angloparlantes, y se basa en el estudio de los factores que afectan fundamentalmente la salud física del trabajador, en particular su sistema músculoesquelético. Intenta establecer normas que aseguren, en base a parámetros generalizables, extrapolables dadas ciertas condiciones, medios de trabajo que no afecten la salud física del trabajador.

Otros enfoques de la ergonomía –que no viene al caso desarrollar- amplían la interfase a aspectos ambientales, mentales, psicológicos, sociales y organizacionales, considerando la adaptación del hombre no solo a su máquina sino también a todo un sistema de fuerzas que lo engloban e interactúan entre sí, sistema del cual el trabajador es también parte activa. El análisis ergonómico bajo esta concepción es, prácticamente, de imposible generalización. Téngase en cuenta que, ante la necesidad de fijar límites concretos, como son los requerimientos de una norma legal, es imprescindible contar con herramientas de evaluación definibles y generalizables.

La ergonomía en la Argentina: antecedentes. La normativa vigente a partir de las leyes 19587 y 24557, es escasa en materia de “ergonomía”.

El término aparece casi únicamente en la Resolución SRT Nº 043/ 97, artículo 12: “Disposición transitoria: cronograma para los exámenes periódicos”, haciendo referencia a los plazos y frecuencia de los exámenes médicos a cargo de las ART´s. Y dice: “trabajadores expuestos a vibraciones, ruidos, otros riesgos físicos y riesgos ergonómicos, determinados por el Decreto 658/96 .... correspondientes a las actividades que se detallan en los Anexos III y IV”

El Anexo II – “Exámenes a realizar” incluye solamente como riesgos ergonómicos a las posiciones forzadas, mientras que los Anexos III y IV determinan las actividades pasibles de registrar dichos riesgos, nombrando por su CIIU a 140 actividades que incluyen desde el 122017 (Corte, desbaste de troncos y madera en bruto) hasta el 7113112 (Transporte aéreo), pasando inclusive por todas las industrias extracti

ENFERMEDADES PROFESIONALES

Una enfermedad profesional (EP) es aquella que se produce como resultado directo del trabajo que realiza una persona. Se distingue del accidente (hecho súbito y violento) porque, en general, se va dando paulatinamente, muchas veces sin que el afectado se de cuenta hasta que los síntomas revelan un estadío grave o irreversible de dicha enfermedad.

Mundialmente, de los 2.100.000 muertos en ocasión del trabajo estimados hacia el año 2000, solamente el 17 % fueron por accidentes en el lugar de trabajo, el 7,5 % por accidentes in itinere(en el trayecto de la casa al trabajo o viceversa) y el 75 % se dieron por enfermedades.

Las Estadísticas de la SRT En la Argentina, las estadísticas de accidentes y enfermedades profesionales las lleva adelante el organismo de control del sistema: la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT). El total de trabajadores afiliados a una Aseguradora de Riesgos del Trabajo (ART) -o sea los que se encuentran en la franja de trabajadores registrados (en blanco)- aumentó de 4,5 millones en 2002 a 7,7 millones en 2008. Paralelamente, los muertos por enfermedades profesionales entre el 2002 y el 2008 fueron en total 21 (sí, leyó bien, ¡veintiuno en siete años!).

Veamos qué sucedió en detalle en los últimos tres años:
  • Durante el año 2006 , del total de casos notificados (mortales y no mortales) un 86% fueron accidentes de trabajo, 12% fueron accidentes in itinere y el 2 % enfermedades profesionales. En ese año el sistema de la SRT registró 995 trabajadores fallecidos, de los cuales 603 casos ocurrieron por accidentes en los lugares de trabajo, sólo 2 (sí ¡dos!) por enfermedades profesionales y el resto fueron in itinere.
  • En el año 2007, la SRT informa que del total de casos notificados (mortales y no mortales) un 81% fueron accidentes de trabajo (más aprox. un 4 % de reagravaciones), 13% fueron accidentes in itinere y el 2,2 % enfermedades profesionales. En ese año el sistema de la SRT registró 1020 trabajadores fallecidos, de los cuales 608 casos ocurrieron por accidentes en los lugares de trabajo, sólo 4 (sí ¡cuatro!) por enfermedades profesionales y el resto fueron in itinere.
  • En el último año registrado, el 2008, la SRT informa que del total de casos notificados (mortales y no mortales) un 79% fueron accidentes de trabajo (más aprox. un 4 % de reagravaciones), 14,4% fueron accidentes in itinerey el 2,7 %enfermedades profesionales. En ese año el sistema de la SRT registró 952 trabajadores fallecidos, de los cuales 572 casos ocurrieron por accidentes en los lugares de trabajo, sólo 4 (sí ¡cuatro!) por enfermedades profesionales y el resto fueron in itinere.

A mayor abundancia, la SRT en su Anuario 2008,expresa, entre otras consideraciones, que:
  • Sólo tres tipos de EP, las del oído, del sistema respiratorio y del sistema osteomuscular, suman el 82% de las EP detectadas.
  • Sólo tres agentes causantes de la EP son los que concentran el 72% de los casos. El “Ruido” (35%), la “Sobrecarga del uso de la voz (23%) y luego las “Posiciones forzadas y los gestos repetitivos” (14%).
  • En todas las actividades predominan las EP que tuvieron su origen en los primeros dos meses de exposición del trabajador.
  • El 46% de las EP se declara durante el primer año de trabajo pero paralelamente sólo en un 23% la detección se da en menos de un año.
  • Entre el Hospital Público y las Obras sociales detectan el 43% de las EP.
  • Las ART detectan sólo el 14% de las EP porque el propio afectado concurre al prestador.
  • Sólo el 8% de las EP se detecta mediante los “exámenes periódicos” que debería efectuar la ART.

Las causas de esta realidad, que el propio organismo de control del sistema reconoce, no son difíciles de encontrar: un sistema que deposita en manos privadas (las ART) el deber de control y prevención.

Es tal el desmedido afán de lucro dejado por el sistema a libre albedrío de las aseguradoras, que a diez años de promulgada la Ley de Riesgos del Trabajo se estimaba que sólo se habían realizado entre un 17% y un 20% de la totalidad de los exámenes médicos periódicos que obligatoriamente deben hacer las ART a los trabajadores expuestos a riesgos.

En España sucede otro tanto. Pese a que el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) considera que las enfermedades profesionales son la causa de 16.000 muertes anuales, en los registros oficiales de 2007 no se recogió ningún fallecimiento (7) con causa directa en enfermedad profesional o relacionada con el trabajo .

Si bien esto indica que el problema no es privativo de países subdesarrollados, sino del sistema en si mismo, es indudable que en Argentina, desde la promulgación de la Ley de Riesgos del Trabajo en 1996, se acabaron las enfermedades profesionales.

ESTRÉS TÉRMICO

Entendemos por estrés térmico la presión que se ejerce sobre la persona al estar expuesta a temperaturas extremas y que a igualdad de valores de temperatura, húmedad y velocidad del aire, presenta para cada persona una respuesta distinta dependiendo de la susceptibilidad del individuo y su aclimatación.

Confort térmico El Confort térmico lo podemos definir como la sensación de bienestar que se experimenta cuando la permanencia en un ambiente determinado no exige esfuerzos desmesurados a los mecanismos de que dispone el organismo para mantener la temperatura interna en 37º C.

Que nos encontremos térmicamente confortables depende de tres aspectos: de las condiciones ambientales, de la actividad física y del tipo de vestimenta que utilicemos. El ambiente es capaz de influir en nuestra sensación de confort a través de cuatro variables: la temperatura del aire, la humedad del aire, la temperatura de las paredes y objetos que nos rodean y la velocidad del aire.

Cada una de estas variables puede modificarse de forma natural o artificial sin alterar ninguna de las restantes.

Disconfort La principal condición para que una situación pueda resultar confortable es que satisfaga la ecuación del balance térmico, o lo que es lo mismo, es necesario que los mecanismos fisiológicos de la termorregulación sean capaces de llevar al organismo a una situación de equilibrio térmico entre la ganancia de calor y la eliminación del mismo.

Cuando esta situación no es posible y el ambiente es caluroso o frió nos encontraremos en una situación no confortable o de disconfort, que dista mucho de ser una situación de estrés térmico.

Estrés térmico Es la causa de los diversos efectos patológicos que se producen cuando se acumula excesivo calor (estrés por calor) o se elimina excesivo calor (estrés por frío) en el cuerpo humano.

Entendemos por estrés térmico la presión que se ejerce sobre la persona al estar expuesta a temperaturas extremas y que a igualdad de valores de temperatura, húmedad y velocidad del aire, presenta para cada persona una respuesta distinta dependiendo de la susceptibilidad del individuo y su aclimatación.

La evaluación de los índices de estrés térmico es compleja y corresponde a los Técnicos de Prevención de las otras especialidades su valoración.
  • Riesgo de hipertermia
  • Disconfort por calor
  • Confort térmico
  • Riesgo de hipotermia